La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) es un tratado internacional que desde 1994 busca paliar la crisis climática. Con unas premisas comunes, líneas estratégicas y compromisos, se establece un marco de cooperación global que incluye 197 países y la Unión Europea.
El pacto mundial nació como uno de los resultados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (UNCED) ―más conocida como “Cumbre de la Tierra”― celebrada en 1992 en Brasil. En esta cumbre se establecieron las llamadas “Convenciones de Río”, formadas por tres acuerdos: el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, la Convención de Lucha contra la Desertificación y, la cuestión que nos ocupa, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) ―que entró en vigor en 1994 tras recibir suficiente respaldo―.
Amplia presencia del lobby de los combustibles fósiles
Conocida como “Conferencia de las Partes”, la COP es un encuentro anual del que forman parte los integrantes de la CMNUCC, y en la reunión se muestran los avances y se pacta la dirección que deben tomar las políticas por el medio ambiente.
Cada edición se bautiza en orden cronológico, recientemente se ha celebrado la COP28 en Dubai dónde se ha establecido un marco histórico: “se debe avanzar hacia el abandono de los combustibles fósiles”, indica el nuevo texto. Si bien esta mención es un hecho inédito, conllevó horas extras de negociación por la confrontación entre países, grupos de presión y activistas con posiciones dispares. El Secretario General de la ONU, António Guterres, puntualizó sobre este hecho que «a aquellos que se opusieron a una referencia clara a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles en el texto de la COP28, quiero decirles que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es inevitable, les guste o no. Esperemos que no llegue demasiado tarde”.
Para Ecologistas en Acción el nuevo texto no deja de ser
“una redacción confusa que no establece con la claridad necesaria un fin de los combustibles fósiles diferenciado y alineado con las indicaciones científicas”.
El presunto avance histórico coincide con que en esta edición de la COP se ha batido el récord de presencia del lobby de los combustibles fósiles, como apunta el informe de Kick Big Polluters Out. Un total de 2456 representantes de este sector se acreditaron para la reunión. En el estudio se matiza también que la mayoría de registrados vinculados a grupos de presión de combustibles fósiles son del denominado “Norte Global” ―mayores potencias económicas y que emiten gran cantidad de los contaminantes―.
Las críticas a la asistencia de grupos de presión a la COP se repiten año tras año, y esta vez, se suma el hecho de que la reunión se ha celebrado en un territorio ampliamente petrolero como es Dubai, y que ha sido presidida por el sultán Al Jaber ―ministro de Industria del país, pero también consejero delegado de ADNOC, la octava petrolera a nivel mundial―. El periódico The Guardian publicaba que en un encuentro online del 21 de noviembre, en el marco de la COP, el presidente de la cumbre, Al Jaber, declaró que “no hay ciencia” que determine que dejar los combustibles fósiles sea favorable para alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento global.
Estas declaraciones chocaron frontalmente con el cometido de la propia COP, y es que para más de 450 organizaciones ecologistas “los intereses de los combustibles fósiles han invadido la CMNUCC y amenazan su legitimidad”. En una carta conjunta que emitieron antes del encuentro, mencionan que “ninguna COP supervisada por el ejecutivo de una compañía de combustibles fósiles puede considerarse legítima. Las presidencias de las COP deben estar libres de toda influencia de las compañías de combustibles fósiles”.
La ciencia que determina la necesidad de dejar el petróleo atrás
La evidencia científica sin embargo es el mayor respaldo para tener como objetivo dejar de utilizar combustibles fósiles. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es un panel de especialistas convocado por las Naciones Unidas con el cometido de evaluar el estado de la ciencia en torno al cambio climático. En su informe de síntesis del 2023 indica que “la quema de combustibles fósiles y el uso desigual e insostenible de la energía y las tierras durante más de un siglo han provocado un calentamiento global de 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales”.
Precisamente frenar el aumento del calentamiento global para que no supere 1,5 ºC de los niveles preindustriales es el objetivo del Acuerdo de París, que se estableció en el 2015 durante la COP21 celebrada en la capital francesa. Respecto a la necesidad de no sobrepasar ese límite, el informe del IPCC indica que “es preciso lograr reducciones drásticas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores. Las emisiones ya deberían haber disminuido y será necesario reducirlas casi a la mitad de aquí a 2030, si se desea limitar el calentamiento a 1,5 °C”.