Firmado en 2015 durante la COP21, este acuerdo marca un compromiso mundial para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2°C por encima de los niveles preindustriales, con esfuerzos para mantenerla por debajo de 1,5°C. Este acuerdo es significativo por ser inclusivo, ya que pide a todos los países, ricos y pobres, que contribuyan a la lucha contra el cambio climático.