El planeta ha superado seis de los nueve límites de seguridad establecidos científicamente y ha entrado en la «zona de peligro». Así lo confirma un estudio publicado en Science Advances a finales de 2023, que sugiere que la Tierra se encuentra fuera del espacio operativo seguro para la humanidad.
Basándose en un marco establecido en 2009, que esbozaba nueve umbrales críticos para mantener el medio ambiente de la Tierra similar al periodo Holoceno, que comenzó con el final de la última glaciación y durante el cual evolucionaron la agricultura y las civilizaciones modernas, caracterizado por unas condiciones planetarias relativamente estables y cálidas, con este estudio los investigadores nos advierten de las consecuencias de haber cruzado este umbral.
Están en juego los límites a partir de los cuales los principales sistemas de la Tierra, como el clima, el agua y la biodiversidad, ya no podrán mantenerse en las condiciones seguras y estables que se han observado en los últimos 10.000 años.
¿Cuáles son los 9 límites del planeta?
El marco de los límites planetarios se basa en los últimos conocimientos científicos sobre el funcionamiento del sistema terrestre para identificar un «espacio operativo seguro» para la humanidad, proponiendo límites más allá de los cuales las actividades humanas pueden desencadenar cambios irreversibles en las condiciones de la Tierra que permiten la vida humana. Identifica nueve procesos que son críticos para mantener la estabilidad y la resistencia del sistema terrestre en su conjunto: integridad de la biosfera; cambio climático; cambio en el uso de la tierra; flujos biogeoquímicos; cambios en el uso del agua dulce; nuevas entidades; acidificación de los océanos; carga de aerosoles atmosféricos; destrucción del ozono estratosférico.
En la actualidad, actividades humanas como los cambios en el uso de la tierra, la alteración de la cantidad de agua en ríos y suelos, la introducción de productos químicos sintéticos en el medio ambiente y la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera han repercutido en las interacciones del sistema terrestre, provocando una gran alteración de estos límites.
Uno de los cuatro límites que ya hemos traspasado, el cambio climático, es quizá el más conocido de todos. El planeta ya ha alcanzado y superado el límite de calentamiento de 1,5ºC establecido en el Acuerdo de París. El cambio climático también provoca fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, tsunamis, tormentas intensas, inundaciones y sequías prolongadas, cada vez más frecuentes e intensas.
En cuanto a la integridad de la biosfera, ya hemos superado la zona de riesgo creciente y nos encontramos directamente en la zona de alto riesgo, lo que ha provocado la pérdida de hábitats naturales, la extinción de especies, afectando a la biodiversidad y a los ecosistemas, provocando cambios medioambientales irreversibles a gran escala.
El cambio en el uso de la tierra surge de una multitud de actividades humanas. El aumento del uso global de la biomasa como alternativa al carbón, el petróleo y el gas, la conversión del uso de la tierra para diversos fines y los incendios están provocando rápidos cambios en la superficie forestal, lo que está conduciendo a su declive global. Además, la deforestación de la selva amazónica ha aumentado hasta tal punto que hemos sobrepasado los límites del planeta en este ámbito.
La cuarta frontera que ya se ha cruzado es la de los flujos biogeoquímicos. Nos referimos a la introducción de productos químicos sintéticos en el medio ambiente, como el exceso de fósforo y nitrógeno utilizados en los fertilizantes agrícolas, que han provocado la eutrofización generalizada de los ecosistemas de agua dulce, causando una transgresión global de esta frontera.
En estudios anteriores sobre las fronteras planetarias, para comprender los cambios en el uso del agua potable, sólo se analizó lo que los científicos denominan «agua azul», que incluye las aguas superficiales y subterráneas. En el estudio publicado en Science Advances, los investigadores consideran también el «agua verde», que no entra en los acuíferos pero es accesible para las plantas. A diferencia de las evaluaciones anteriores de los límites planetarios, este nuevo enfoque indica una transgresión sustancial de los límites del cambio del agua dulce.
En la actualidad se producen y liberan al medio ambiente cientos de miles de sustancias químicas sintéticas. El límite de las «nuevas entidades» representa sustancias químicas y sintéticas, por ejemplo microplásticos, disruptores endocrinos y contaminantes orgánicos, materiales radiactivos, incluidos los residuos y las armas nucleares, y la modificación humana de la evolución, los organismos modificados genéticamente y otras intervenciones humanas directas en los procesos evolutivos. En el caso de muchas sustancias, no se conocen bien los efectos potencialmente grandes y persistentes de su introducción en los procesos del sistema terrestre, sobre todo en la integridad funcional de la biosfera, y su uso no está bien regulado. Con un porcentaje tan elevado de sustancias químicas no probadas que se liberan en el medio ambiente, se deduce que actualmente se supera el espacio operativo de seguridad.
De estos nueve límites de seguridad para el planeta, sólo tres no se han superado todavía: la acidificación de los océanos, la carga de aerosoles atmosféricos y la destrucción del ozono estratosférico.
La acidificación de los océanos se encuentra actualmente fuera del espacio operativo de seguridad. Este fenómeno, que se agrava a medida que aumentan las emisiones de CO2, se produce cuando, a través de un conjunto de reacciones químicas, el agua de mar absorbe CO2, lo que reduce el pH de sus aguas, modificando su composición química y afectando gravemente a la biodiversidad y a los ecosistemas marinos.
La cuantificación de los límites planetarios de la carga de aerosoles se ve dificultada por sus múltiples fuentes naturales y artificiales, las diferencias de composición química, estacionalidad y vida atmosférica y, en consecuencia, la gran heterogeneidad espacial y temporal en la distribución y los impactos climáticos y ecológicos de los aerosoles.
La destrucción del ozono estratosférico es el único límite de los nueve en el que la humanidad ha actuado con éxito al ver las señales de alarma. Gracias al Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional destinado a proteger la capa de ozono estratosférico, que regula la producción y el consumo de casi 100 sustancias químicas artificiales, hemos reducido gradualmente el consumo y la producción de las diferentes sustancias que destruyen la capa de ozono.
Así, nos damos cuenta de que preservar las interacciones en el sistema terrestre es fundamental para garantizar que las actividades humanas no desencadenen cambios drásticos en el estado de la Tierra, amenazando el futuro de las civilizaciones modernas. El gran reto es encontrar soluciones a los problemas actuales y alternativas para construir un planeta responsable con el medio ambiente. El futuro está en nuestras manos.
Documentos de apoyo:
Links:
- https://expresso.pt/sustentabilidade/ambiente/2023-09-13-A-Terra-esta-agora-bem-fora-do-espaco-operacional-seguro-para-a-humanidade-planeta-ultrapassou-seis-dos-nove-limites-de-estabilidade-309dc4da/
- https://exame.com/esg/biosfera-o-que-e-caracteristicas-divisoes-e-impactos-ambientais/
- https://www.iberdrola.com/sustentabilidade/acidificacao-oceanos/
- https://www.industriaeambiente.pt/noticias/atividade-humana-afeta-dois-tercos-fatores-mantem-planeta-estave/
- https://sicnoticias.pt/especiais/alteracoes-climaticas/2023-06-02-Terra-ja-entrou-na-zona-de-perigo-ultrapassou-sete-dos-oito-limites-de-seguranca-1125fbe9/