Entre 2022 y 2025, Portugal se está enfrentando a importantes retos en la gestión de los residuos municipales, esforzándose por cumplir los compromisos adquiridos en el seno de la Unión Europea y los objetivos establecidos en el Plan Estratégico para Residuos Municipales (PERSU 2030).
Compromisos europeos y PERSU 2030
La Unión Europea ha fijado objetivos ambiciosos para la gestión de residuos, entre ellos una tasa de reciclado del 55% para 2025 y del 65% para 2035. PERSU 2030, en consonancia con estas directrices, establece objetivos nacionales de prevención, reutilización, reciclado y reducción del vertido de residuos.
Tasas de reciclado y vertido
En 2023, la tasa de reciclaje en Portugal era del 32%, lejos del objetivo del 55% fijado para 2025. Además, en 2022, aproximadamente el 57% de los residuos municipales se depositaron en vertederos, lo que pone de manifiesto la continua dependencia de este método de eliminación.
Estamos, por tanto, ante un escenario complejo en el que los próximos años son críticos para la adopción de medidas que permitan a Portugal recuperarse y acercarse lo más posible a los objetivos fijados.
Para ello, se han puesto en marcha diversas medidas con el objetivo principal de desviar los residuos valorizables del vertedero y mejorar la tasa de reciclaje.
Principales medidas aplicadas
Para alcanzar los objetivos recomendados, Portugal ha puesto en marcha varias medidas:
- Recogida selectiva de biorresiduos: Desde el 1 de enero de 2024, los ayuntamientos están obligados a implantar la recogida selectiva de biorresiduos. Sin embargo, un informe de junio de 2024 indicaba una «escasa aplicación» de esta medida, ya que sólo el 43% de los ayuntamientos llevaban a cabo la recogida selectiva de biorresiduos, muchos de ellos sin cubrir toda su área de intervención.
- Recogida Selectiva de Residuos Textiles y Peligrosos: Prevista para el 1 de enero de 2025, esta medida se enfrenta a importantes retos debido a la falta de financiación adecuada para los municipios.
- Aumento de la Tasa General de Residuos (TGR): Con el objetivo de desincentivar el vertido, la TGR pasó de 11 euros por tonelada en 2021 a 30 euros por tonelada en 2024, con una previsión de 35 euros por tonelada en 2025. Sin embargo, la Asociación Nacional de Municipios Portugueses (ANMP) considera este aumento «inaceptable» y aboga por su suspensión, argumentando que los gobiernos no han invertido lo suficiente en alternativas al vertido.
Retos de la población en la gestión de residuos
Varios factores contribuyen a una gestión inadecuada de los residuos por parte de la población portuguesa:
- Falta de concienciación y educación ambiental: Aunque se han realizado inversiones para mejorar la recogida selectiva, la recogida indiferenciada sigue representando alrededor del 80% de los residuos recogidos en 2022, lo que indica la necesidad de una mayor concienciación de la población.
- Infraestructuras insuficientes: La accesibilidad física al servicio de recogida selectiva presenta calificaciones medias o insatisfactorias en varias zonas, lo que dificulta la participación activa de los ciudadanos en la separación de residuos.
- Falta de incentivos financieros: El aumento de la TGR ha causado preocupación entre los municipios, que se enfrentan a dificultades financieras para implantar sistemas eficaces de gestión de residuos, lo que se refleja en su capacidad para ofrecer servicios adecuados a la población.
A pesar de los esfuerzos y las medidas aplicadas, Portugal sigue enfrentándose a importantes retos en la gestión de los residuos urbanos. Cumplir los objetivos europeos y nacionales requiere no sólo inversiones en infraestructuras y financiación adecuada, sino también un cambio de comportamiento en la población, promovido a través de la educación ambiental y la concienciación continua.
¿Es el sistema PAYT la solución para alcanzar nuestros objetivos?
El sistema PAYT (Pay-As-You-Throw) es un enfoque innovador de la gestión de residuos que pretende responsabilizar económicamente a los ciudadanos por la cantidad de residuos indiferenciados que producen. Este modelo tarifario establece una relación directa entre el pago y la producción de residuos, incentivando la reducción de la producción y el aumento del reciclaje.
Modelos de implantación del PAYT
Existen varios modelos de implantación del sistema de PAYT, adaptables a las especificidades de cada municipio.
- Programas de bolsas: Los usuarios adquieren bolsas específicas para residuos indiferenciados, cuyo precio incluye los costes de recogida y tratamiento.
- Programas de etiquetas/pegatinas: Similar al anterior, pero utilizando etiquetas que se colocan en bolsas de basura normales.
- Programas de contenedores: Los residentes eligen el número y/o tamaño de los contenedores para la eliminación semanal de residuos, y se les cobra en función del volumen o número de contenedores utilizados.
- Sistemas híbridos: Combinación de una tarifa fija que permite depositar una determinada cantidad de residuos, aplicándose tasas adicionales al excedente.
- Sistemas de pesaje: Utilizan vehículos equipados con sistemas de pesaje de contenedores y cobran en función del peso de los residuos depositados.
Implantación del sistema de pago por uso en Portugal
En Portugal, la implantación del sistema PAYT ha sido progresiva, con varios municipios adoptando este modelo para promover prácticas más sostenibles.
- Guimarães: Desde 2016, ha implementado el PAYT en el Centro Histórico, abarcando alrededor de 800 usuarios. El objetivo principal era aumentar la recogida selectiva y reducir la producción de residuos indiferenciados. El sistema utiliza bolsas de prepago para los residuos no clasificados, mientras que la recogida de materiales reciclables es gratuita.
- Proyecto LIFE PAYT: Este proyecto europeo probó herramientas y métodos en cinco municipios portugueses, tanto en el sector doméstico como en el comercio y los servicios. Los resultados pusieron de manifiesto la eficacia del PAYT para reducir la producción de residuos y aumentar el reciclaje.
Legislación y objetivos
El Plan Estratégico de Residuos Municipales (PERSU 2030) establece la implantación de sistemas de PAYT como medida esencial para alcanzar los objetivos de reciclaje y reducción de residuos. Inicialmente, los municipios debían implantar los sistemas tarifarios de PAYT antes del 1 de julio de 2026; sin embargo, una revisión legislativa amplió el plazo hasta 2030.
Retos y recomendaciones
La implantación del PAYT se enfrenta a retos como la necesidad de infraestructuras adecuadas, la sensibilización de la población y la adaptación de los sistemas de tarificación. Para garantizar el éxito del sistema, se recomienda un enfoque gradual, empezando por proyectos piloto, y el desarrollo de campañas de información.
Así pues, el sistema de PAGO representa una herramienta eficaz para promover la reducción de la producción de residuos y fomentar el reciclaje en Portugal, en consonancia con los objetivos nacionales y europeos de gestión sostenible de los residuos.