En Idealista, el portal que más ofertas de pisos contiene, en el último mes se han publicado 2100 viviendas en la ciudad de Barcelona —los números oscilan muy ligeramente cada día, se mantiene la media—. De estos pisos publicados, la gran mayoría, casi un 60%, superan los 1500 euros. Ubicándose en puntos presupuestarios opuestos, encontramos 182 viviendas por menos de 1000€, es decir, un 8,6% de los pisos publicados. Ahora bien, si vamos a la franja superior, pisos de más de 3000€, constan 192 en el portal, un 9,14% del total. Hay más oferta de vivienda de aire lujoso que de pisos medianamente asequibles para sueldos mínimos interprofesionales.
Los últimos datos ofrecidos por Incasòl marcan que la media anual del precio del alquiler de vivienda en Barcelona ha sido de 1124,62€. Teniendo en cuenta que el salario mínimo interprofesional de España en el mismo año es de 1080€ brutos, la recomendación de destinar un límite del 30% de los ingresos para vivienda queda lejos. El Banco de España alertó en su informe anual del 2022 que “en 2021 un 48,9% de los hogares españoles que residían en viviendas de alquiler se encontraban en riesgo de pobreza o de exclusión social —el porcentaje más elevado de la UE—“. Desde la entidad bancaria española analizan en el mismo estudio que “unos precios del alquiler elevados, en comparación con las rentas del trabajo, aumentan la proporción de población en riesgo de exclusión social y de hogares con capacidad de gasto restringida en otros bienes y servicios”.
Juventud, la precariedad perpetua
Para los jóvenes, la cosa está especialmente cruda. El primer semestre de 2023 solo un 16,3% de los jóvenes pudo irse del domicilio familiar, casi la mitad que la media europea (31,9%) tal como manifiesta el Consejo de la Juventud de España. También se ha registrado la “edad media de emancipación en España más alta de los últimos 20 años: 30, 3 años”.
Casi la mitad de los jóvenes españoles ganaron menos de 1500 euros al mes el año pasado y tres de cada diez menos de 955 euros según el estudio económico de España 2023 de la OCDE. Para alquilar en solitario, el CJE apunta que una persona joven debería destinar el 93,9 % de su salario neto anual, y es que el precio medio del alquiler en España en el primer semestre de 2023 es el más alto desde que existen registros: 944 euros al mes.
Pocos propietarios con muchas viviendas, el control de la oferta que aumenta los precios
Las metrópolis diseñadas como centro neurálgico se ven sometidas a una tensión cruzada por diversos factores: el desequilibrio entre oferta de vivienda y la demanda, que a su vez genera cambios demográficos bruscos. Precisamente la paradoja es que dónde se encuentra la vivienda más cara es dónde más gente demanda el alquiler, llamada por ese centro gravitatorio de actividad económica en que se convierten las grandes ciudades. En el caso de Barcelona el turismo juega también una baza clave, con datos del INE, en agosto de 2023 había registradas 7531 viviendas destinadas a alojamiento turístico —sin contar las que ejercen de manera no regulada—. Este fenómeno supone un desvío de pisos que no se podrán utilizar como vivienda habitual, limitando aún más la oferta destinada a dicho cometido. Como instigador de la subida abismal de precios, encontramos el parque de vivienda sometido a una tendencia de rentabilidad y lucro y no como derecho: la concentración de la propiedad está cada vez más marcada.
Pese a que un volumen muy elevado de propietarios dispone de una vivienda (84,0 %) según el informe del Observatori Metropolità de l’Habitatge a Barcelona, los números alarmantes son los de aquellos que poseen más de una vivienda. Extrayendo datos del mismo estudio: los propietarios de 5 o más viviendas suponen el 2,2% del total de titulares (11.777) y ostentan el 23,2% de las viviendas (184.111). Aquellos que tienen más de 10 viviendas representan el 0,9% del total de titulares (4.572) y acumulan el 17,2% de las viviendas (136.324). Quienes poseen más de 15 viviendas significan el 0,5% del total de titulares (2.593) y son propietarios del 14,0% del parque (111.140). En cuanto al parque público, supone tan solo un 1,8% del total —pese a formar parte del top de ciudades con más vivienda pública en España—.
Otro añadido al entramado son los bancos poseedores de viviendas, incluido el “banco malo”, la Sareb, que a mitades del 2023 tenía 767 viviendas en Barcelona. Los fondos de inversión, también conocidos como “fondos buitre”, a menudo compran vivienda para obtener rendimiento económico: un caso sonado fue el del fondo “Blackstone”, que el medio La Directa desveló en una investigación en el 2022 como dueño de más de 5550 viviendas en Catalunya, 891 en Barcelona. Tanto bancos como fondos tienen pisos vacíos, hecho que incentiva una oferta menor y un aumento forzado de precios, como denunciaba el Sindicat de Llogateres en 2022, solo Blackstone tenía “un 40% de sus viviendas vacías”.
La concentración de las propiedades y la recurrente gestión de las omnipresentes inmobiliarias —el portal Indomio registra solo en Barcelona ciudad 180— facilitan que los precios se establezcan bajo su propia vara de medir. Para intentar paliar la situación, Catalunya será la primera comunidad en aplicar la Ley de vivienda estableciendo a partir de febrero un tope a los precios de alquiler. Barcelona forma parte de los declarados como “municipios tensionados”, y el límite de la renta de alquiler se regirá por el índice de referencia marcado.
Nuevo chabolismo en Portugal
Por otro lado, agencias como Uniplaces, HousingAnywhere o Spotahome que ofrecen alquileres orientados a estudiantes extranjeros (como Erasmusu, ahora absorbido por Spotahome) o también a los llamados “nómadas digitales”, sacan del mercado vivienda plausible de un alquiler habitacional fijo. El sistema, pensado como una especie de Airbnb de larga estancia, permite alquilar pisos o habitaciones sin apenas esfuerzo, los meses que selecciones y con una visita virtual (no se pueden ver los pisos de manera física antes de entrar). Las plataformas cobran una comisión y solo ofrecen las viviendas por temporalidad, orientando su mercado hacia personas que vienen de paso.
Una de las capitales europeas dónde Uniplaces dispone de gran oferta es Lisboa, metrópolis de uno de los países que dispone de la llamada “visa de nómada digital” —al igual que España—. En el caso del país luso, uno de los requisitos para obtenerla es cobrar mensualmente al menos cuatro veces el salario mínimo portugués. Con esta condición, es de esperar que agencias especializadas en alquileres para extranjeros inflen los precios, y a su vez, afecte a la totalidad de la problemática con el acceso a la vivienda. Vivir en un país con un nivel de vida mucho más bajo en correspondencia a un sueldo de un nivel de vida más alto es un chollo, pero no para la población local.
A poco más de media hora en coche desde Lisboa, una ciudad atrae a los turistas con sus escenarios bucólicos. Allí está la playa de Carcavelos, una de las más frecuentadas de la región y que acoge un gran ambiente: chiringuitos, música, buenas olas. Es Cascais, un municipio con todos los ingredientes para convertirse en carnaza de la especulación.
Entre bambalinas, la realidad: en Quinta dos Ingleses, un parque de la zona, un asentamiento de tiendas de campaña se alza como alternativa desesperada a los precios abusivos. Datos de los especialistas inmobiliarios Properstar indican que alquilar un apartamento en agosto del 2021 en Cascais iba a 15€ por metro cuadrado. Dos años después, en agosto del 2023, ha subido el precio hasta los 25€ por metro cuadrado.
Lo más asequible, un estudio sin habitaciones, tiene el precio de alquiler más bajo con 1167€ de media. Haciendo un promedio de los pisos en Cascais, los datos del portal inmobiliario apuntan que el precio medio de un apartamento está en los 1917€. El salario mínimo interprofesional del país luso en 2023 está en los 886’7€ —63 euros por encima del año anterior—. Si bien se ha incrementado el umbral, deja en evidencia que no es suficiente: alquilar un apartamento promedio en Cascais cuesta un 116% más que el sueldo mínimo.
El Instituto Nacional de Estadística de Portugal data en su informe de setiembre del 2023 sobre tasación de la vivienda, que el valor medio de las viviendas fue de “1197 euros/m2 en agosto de 2023, lo que supone un incremento del 6,3% respecto al mismo mes del año anterior”. Se apunta además a dos zonas sometidas a una presión económica alarmante: “Los valores más altos se observaron en el Algarve (2178 euros/m2) y en el Área Metropolitana de Lisboa (2059 euros/m2)”.
Cascais es el retrato de la tensión insostenible en el Área Metropolitana de Lisboa. Las tiendas de campaña se erigen como el nuevo chabolismo en un lugar con precios descontrolados. A su misma vez, la inversión extranjera muestra fijación por la localidad: según datos de Idealista, Cascais es el cuarto municipio portugués más buscado por los extranjeros. Los norteamericanos encabezan la lista, las casas de entre 300000 y 600000 son un 32% buscadas por ellos.
El municipio de Loulé, el más habitado de la región del Algarve, también ha llamado la atención del dinero forastero. Con cerca de 72000 habitantes —marcan los últimos datos, del 2021— ha sido la segunda localidad que ha atraído más capital extranjero —por detrás de Lisboa capital—, con los compradores británicos como líderes y los norteamericanos y alemanes en cuánto a vivienda de lujo. La situación en la región de Algarve, la más meridional de Portugal, es límite puesto que tiene los precios más altos del país, como menciona el informe del Instituto Nacional de Estadística de Portugal. La situación de Lisboa, sus inmediaciones, y, por ende, del país luso, es la historia de un flagelo compartido con otras grandes ciudades europeas.