Los impulsores debían obtener un millón de firmas por toda Europa antes del 9 de octubre .
Decenas de entidades de toda Europa se han unido para impulsar una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) con el objetivo de establecer un impuesto a las grandes fortunas. En Catalunya, la Plataforma por una Fiscalidad Justa, en la que se encuentran los sindicatos CCOO, UGT están recogiendo firmas para que la iniciativa Tax the rich se convierta en una realidad. Se trata de la primera iniciativa planteada por impulsar una tributación sobre la riqueza en toda Europa. Para ello los impulsores debían conseguir un millón de firmas por toda Europa antes del 9 de octubre, de las cuales un mínimo de 41.595 debían proceder de España. La iniciativa busca establecer un impuesto a las grandes fortunas que sirva para reforzar la lucha contra la pobreza, las desigualdades económicas y sociales y generar recursos para financiar medidas contra el cambio climático.
Precisamente, los sindicatos y otros miembros de la plataforma se dieron cita en la Bolsa de Barcelona el pasado 16 de septiembre para visibilizar su propuesta impositiva. Denuncian que un gran número de millonarios pagan unos impuestos demasiado bajos (entre el 0% y el 0,5% del patrimonio). En España, la riqueza financiera offshore, es decir, la que se envía fuera del país a refugios fiscales, ha aumentado en 20 años un 75,8% y ha pasado de 89.000 millones de euros en 2001 a 156.000 millones, 2022.
¿Qué es una Iniciativa Ciudadana Europea?
En Europa, existe la figura de la Iniciativa Ciudadana Europea, un instrumento de democracia participativa, incorporada en el Tratado de Lisboa que permite a la ciudadanía presentar propuestas legislativas si se consigue un número mínimo de apoyos. Entonces, la Comisión Europea tiene la potestad de decidir si lo toma en consideración y legisla al respecto.
Tres propuestas impositivas
La ICE propone que sólo los individuos más ricos estén sujetos al impuesto. Ponen de ejemplo una propuesta de Oxfam, que apuesta por tipos impositivos del 2% de la riqueza sobre el patrimonio neto superior a los 4,6 millones de euros; del 3% sobre el patrimonio neto de personas con más de 45,7 millones de euros y del 5% sobre el patrimonio superior 913 millones de euros. Se podría llegar a recaudar 286.500 millones de euros en toda la UE.
Otra propuesta es la de los economistas Saez, G. Zucman y C.Landais del año 2020 para hacer frente a la pandemia. Ellos consideraban aplicar el impuesto sólo al 1% de los ciudadanos europeos más ricos que disponen de 22,5% de la riqueza de toda la UE. Los economistas proponen que las personas con más de 2 millones de euros paguen un impuesto progresivo a partir del 1% a partir de dos millones de euros y hasta el 3% a partir de los 1.000 millones. La recaudación estimada con esta propuesta es de 150.000 millones de euros, lo que equivale al 1,05% del PIB conjunto.
La última propuesta ha sido impulsada por el grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo y desarrollada por la organización Tax Justice Network. El impuesto a la riqueza sería sobre el 0,5% de las personas más ricas de la Unión con distintos tipos impositivos según el umbral de riqueza. Se propone un impuesto del 1,7% para la riqueza que supere el 0,5% más rico, un 2,1% para los que se encuentran entre el 0,1% y el 0,05%, y un 3,5% para la riqueza que exceda del 0,05% más rico. Los ingresos para la Unión Europea podrían alcanzar los 213.000 millones de euros anuales, aunque contando con posibles pérdidas por la migración de grandes fortunas, la recaudación se reduciría a los 208.000 millones. Además, se plantea la posibilidad de aumentar la progresividad del impuesto, ampliando los tramos o combinando el impuesto sobre patrimonio con el de las rentas del capital.
Desde las entidades señalan la importancia de que el impuesto sea lo más sencillo posible para evitar que los titulares de las grandes fortunas eviten su pago. Por eso, piden una mayor cooperación internacional en materia fiscal y establecer un registro mundial de activos financieros para sortear la ocultación de patrimonio y capitales en paraísos fiscales. Piden que la figura impositiva sea global y bajo un criterio de residencia, de modo que se incluyan en la base imponible los activos poseídos en todo el mundo por contribuyentes con residencia fiscal en cualquier país europeo. También optan por establecer mecanismos tributarios estrictos en caso de salida o “expatriación fiscal”.
El caso español
En España existe de forma temporal un impuesto a las grandes fortunas que van en la línea del acuerdo global para establecer un tipo mínimo del 15% sobre los beneficios de las grandes multinacionales. Una coordinación fiscal a nivel europeo permitiría fijar un mínimo en la fiscalidad de las grandes fortunas.
En respuesta a la crisis financiera, España introdujo en 2011 el Impuesto sobre el Patrimonio de las personas físicas, inicialmente como medida temporal, pero que sigue vigente. En 2021, se convirtió en un impuesto permanente, aplicable a nivel nacional pero cedido a las Comunidades Autónomas, que pueden modificarlo y aplicar deducciones. Esta situación ha provocado una «carrera a la baja» en algunas regiones como Madrid o Andalucía, beneficiando a las grandes fortunas.
A nivel estatal, el impuesto cuenta con una exención de 300.000 euros para vivienda habitual y un mínimo exento de 700.000 euros. Están obligados a declararlo aquellos con un patrimonio superior a 2 millones de euros. El tipo impositivo es progresivo, entre el 0,2% y el 3,5%, dependiendo de la base liquidable. En 2021, este impuesto recaudó más de 1.300 millones de euros sobre un patrimonio declarado de 847.000 millones, con un tipo efectivo del 0,16%.
En 2022 se aprobó el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunes, para los patrimonios que superan los 3 millones de euros, como medida complementaria para frenar la competencia fiscal entre regiones. Este impuesto recaudó 623 millones de euros el pasado año, procedentes de 12.000 contribuyentes, mayoritariamente de Comunidades Autónomas que bonifican el Impuesto sobre el Patrimonio.
En la UE, según el Eurobarómetro de 2022, un 67% de los ciudadanos europeos está a favor de una mayor carga fiscal a los más ricos para financiar medidas de apoyo a los colectivos más pobres de la población. En España, según una encuesta de 2021 encargada por la red de multimillonarios Millonarios por la Humanidad y realizada por la empresa de estudios Glocalities, 6 de cada 10 españoles está a favor de un impuesto adicional a los ricos de forma temporal para realizar frente a las consecuencias de la pandemia como el que está en vigor.
Sobre algunas ICE exitosas
Right2Water, la primera Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) exitosa, se tramitó en 2013 con el objetivo de garantizar que todos los ciudadanos de la UE tuvieran acceso al agua potable y al saneamiento, considerando el agua como un bien público y no como un producto comercial. La iniciativa reunió más de 1.6 millones de firmas, lo que llevó a la Comisión Europea a revisar la legislación sobre el acceso al agua potable. Por su parte, End the Cage Age, enfocada en eliminar el uso de jaulas en la ganadería intensiva, también superó el millón de firmas, lo que llevó a la Comisión a anunciar una propuesta para prohibir gradualmente el uso de jaulas en la cría de animales. Ban Glyphosate, que solicitaba la prohibición del herbicida glifosato y la promoción de prácticas agrícolas más sostenibles, no logró una prohibición total, pero impulsó a la Comisión a tomar medidas para reducir su uso y aumentar la transparencia en la evaluación de riesgos de pesticidas.