Es un enfoque organizativo, social o cultural que se opone y trata de superar el patriarcado, es decir, el sistema de poder y dominación en el que los hombres ejercen un control desproporcionado sobre las mujeres, tanto individual como institucionalmente. Los modelos antipatriarcales se caracterizan por la igualdad de género, la superación de los estereotipos, la inclusividad y la interseccionalidad, la autodeterminación y la crítica de todas las formas de violencia.