Es una tecnología que permite emular los procesos cognitivos humanos mediante algoritmos integrados en un entorno informático dinámico. En otras palabras, los sistemas informáticos que hay detrás de la IA son capaces de «pensar» y actuar de forma similar a los humanos. Para lograr un rendimiento óptimo, estas máquinas necesitan grandes cantidades de datos y una potencia de procesamiento considerable. En la actualidad, la tecnología ha superado con creces la capacidad humana de asimilar, interpretar y tomar decisiones complejas basadas en esos datos, representando en muchos lugares la solución más eficiente y eficaz para los procesos decisorios más complejos.