Enfermedades infecciosas que afectan principalmente a las poblaciones de los países de bajos ingresos, pero que reciben poca atención por parte de la industria farmacéutica y la investigación. Aunque son curables, como en el caso de la leishmaniasis y el dengue, se ignoran debido a su baja rentabilidad económica. Su abandono contribuye a las desigualdades sanitarias a nivel mundial.