Representa un conjunto de tecnologías de hardware y software que permiten identificar con precisión a una persona basándose en algunas de sus características únicas como la cara, la forma de caminar y el timbre de voz. A diferencia de otras características biométricas como el ADN, las huellas dactilares o la estructura de la retina, la identificación subjetiva puede realizarse a distancia y sin contacto físico con el individuo. Todo se hace mediante el procesamiento digital de un rastro captado por una cámara de vídeo o un micrófono, aunque estén situados a una distancia considerable del individuo.