Se produce cuando no se identifica correctamente un trastorno o patología. Esto puede ocurrir cuando no se reconocen los síntomas o cuando se atribuyen erróneamente a problemas de otra naturaleza. El infradiagnóstico es especialmente frecuente en trastornos como el TDAH, cuyos síntomas pueden variar según el sexo o la edad, lo que dificulta un diagnóstico preciso.