Lo inhalan involuntariamente las personas que están en contacto con uno o varios fumadores «activos» y es el principal contaminante de interiores. Es el resultado del humo exhalado por el fumador activo (corriente terciaria), sumado al producido por la combustión lenta e imperfecta del cigarrillo que se deja encendido en el cenicero o en la mano entre calada y calada (corriente secundaria).