Un puente entre Oriente y Occidente. Es una idea que impregna toda la región de la Puglia, y especialmente dos ciudades tan históricas como Bari y Lecce. Caprichos del destino, o no, el Fórum de las Periodistas del Mediterráneo, celebrado entre estas dos capitales de provincia italianas, ha sido precisamente eso, un punto de unión entre el uno y el otro confín, como escribió José de Espronceda, de este mar.
En la primera jornada, celebrada en Bari, las conferencias nos trasladaron hasta el África Subsahariana, donde los movimientos feministas toman fuerza gracias a mujeres como Désirée Deneo, y donde los medios europeos tienen mucho trabajo por hacer, tal como explicó Antonella Napoli, la directora de la revista Focus on Africa. Pero, tal como explicaron en el siguiente panel Alessia Melchiorre e Iliana Papangeli, dos jóvenes periodistas emprendedoras, no siempre es fácil resistirse a las corrientes de la información ni a las presiones recibidas. Desgraciadamente, en Italia, en Grecia y en todo el mundo, la labor periodística continua siendo amenazada con presiones constantes y puesta en duda a causa de un marco informativo colonial que, poco a poco, tendrá que ir desapareciendo.
En el segundo día del Fórum, también en Bari, pasamos del África y del mediterráneo central al Oriente Próximo, y hablamos de un conflicto que lleva marcando la actualidad más de 70 años, pero que ahora ha cogido más fuerza que nunca, la guerra en Palestina. Tal como explicaron ponentes como Jumana Shaheen o, aunque algo más tarde de lo esperado, la ya célebre periodista gazatí Bisan Owda. Es el enésimo drama humanitario que nos da de lleno a los periodistas, no solo por no poder entrar en la Franja de Gaza para informar de lo que está pasando, sino porque más de cien de nuestros colegas han sido objetivos deliberados en los enfrentamientos.
El Fórum tampoco se olvidó de poner sobre la mesa uno de esos temas que, como le pasó durante casi más de tres siglos al Castello Svevo de Bari, a pesar de su imponencia, de su importancia y de su relevancia, pasan desapercibidos para el gran público. En este caso, también para los medios. Se trata de la lucha del pueblo kurdo, la etnia más grande del mundo sin un Estado propio. El Fórum, además, abordo el tema con dos ponentes, Necibe Qeredaxi y Gulistan Ike, que sacaron a palestra la Jineología, una ciencia holística planteada alrededor de las mujeres y uno de los fundamentos ideológicos del Rojava, la administración kurda del noreste sirio. La segunda jornada acabó con el regreso del foco del Fórum al periodismo y una conferencia sobre como el periodismo, y las nuevas narrativas que se están planteando, pueden ser una herramienta pedagógica.
El último día de conferencias se celebró en Lecce, unos 150 kilómetros al sur de Bari. La capital del extremo meridional de la península del Salento destaca por su precioso centro histórico que vivió su periodo de esplendor arquitectónico en el barroco. Se dice que su nombre, Lecce, está relacionado con la luz. Su historia, sin duda, tiene que ver con la iluminación, literal y metafóricamente. La época más próspera de la ciudad tuvo como gran protagonista el aceite de oliva que se usaba para alumbrar los farolillos de las ciudades de toda Europa. Y con más de cien iglesias, muchas de las cuales adosadas a conventos o monasterios y 40 de las cuales todavía activas, no se puede negar que los leccesi han buscado siempre la iluminación divina.
Por eso, el Antiguo Convento de los Agustinianos, fue el lugar perfecto para echar luz sobre el papel de la mujer en el periodismo y en la sociedad en la última jornada del Fórum. Dos conferencias con nombres de la talla de la ex-eurodiputada Elena Gentile o periodistas que dedican su vida a mejorar las condiciones de sus colegas, como Barbara Consarino. Es sorprendente escuchar como el 87% de los periodistas italianos encuestados por Alice Fachini aseguran sufrir estrés, y como los números se agravan cuando se trata de mujeres o de periodistas freelance. Otra encuesta del sindicato único de las periodistas italianas (FNSI, por sus siglas en italiano) demuestra que el 85% de las mujeres freelance han padecido algún tipo de molestia sexual.
Una gran periodista catalana me dijo una vez que una de las principales amenazas para un periodista es el ego. Durante muchos años, la soberbia de los periodistas ha dejado en el fondo del cajón problemas universales como los mencionados en estas dos últimas conferencias del Fórum, así que es hora de asumir estos errores y tendencias para ponerles remedio.
Luigi Pappacoda fue un poderoso arzobispo de Lecce que dejó como principal herencia la Catedral de la ciudad. El ego de Pappacoda era tal que se hacía llamar el pontífice de Lecce. Esto le valió el repudio de gran parte de la ciudad. Su gran obra, la Catedral, es tan oscura que la mayoría de los leccesi prefieren hoy basílicas más luminosas como la de la Santa Cruz. El ego de Pappacoda le llevó a levantar una Catedral oscura en la Ciudad de la Luz, lo que le condenó a una reputación dudosa para el resto de la eternidad. Evitemos los periodistas que nuestro ego corrompa nuestra obra y que ponga en duda la de las generaciones que venimos detrás.