Es una enfermedad crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (hiperglucemia) debido a un déficit en la producción o acción de la insulina. Existen principalmente dos tipos: la diabetes de tipo 1, de origen autoinmune, y la diabetes de tipo 2, a menudo relacionada con el estilo de vida y la obesidad. Si no se controla, puede causar complicaciones graves en el corazón, los riñones, los ojos y los nervios. El tratamiento incluye dieta, ejercicio, medicamentos y, en algunos casos, insulina.