Es la obligación impuesta a los ciudadanos de prestar servicio en las fuerzas armadas de un país durante un período determinado. Históricamente adoptado en muchos países, servía para garantizar un número suficiente de soldados para la defensa nacional. En muchos países se ha suspendido, transformando el ejército en una fuerza profesional y voluntaria. En otros, como Israel y Corea del Sur, la conscripción sigue vigente.