La Comisión es el poder ejecutivo de la UE, políticamente independiente de los gobiernos de los distintos Estados miembros y con competencia exclusiva en la elaboración de nueva legislación y la aplicación de las decisiones del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. Para los próximos cinco años se ha fijado tres prioridades (distintas de las del quinquenio anterior): la defensa de los valores europeos dentro de la UE y en todo el mundo; un enfoque centrado en la seguridad y la defensa, que incluya un planteamiento global de la migración y la gestión de fronteras; y un enfoque centrado en los aspectos económicos, con el refuerzo de la competitividad, la innovación y la transición digital y ecológica.